junio 25, 2005

Estreno

Por razones desconocidas por mí, la plantilla de mi blog anterior se fue a la michi. Todo estaba desordenado, fuera de línea y en una mezcolanza increíble. No tengo la menor idea de qué pasó. Y no pude arreglarlo. Así que estamos estrenando diseño nuevo, que en realidad es igual al anterior pero en blanco :P

junio 16, 2005

Así estamos. Ahí estamos.

Ufa. Prometí no escribir pastruladas depresivas en mi blog, porque ya hay suficiente con los que existen allá afuera. Y voy a tratar de cumplir mi promesa y mantener el nivel que este mi blog se supone que tiene, cualquiera que este sea. Pero maldición, que día de miércoles ha sido hoy, porque me ha dejado exhausto mentalmente, con unas ganas de abandonar todo y mandarme mudar a otro sitio.

Empecemos porque en estos días estoy fungiendo de chofer de mi viejo hasta que le arreglen su carro. Hasta aquí todo bacán, porque mi viejo no tiene roches cuando YO soy el que manejo. Pero caraxo, ¿qué no habrá día en que uno pueda manejar tranquilo, sin tener que recordarle a su mamacita a cada individuo que intenta meterse al carril donde está uno, sin tener que gastar pastillas de frenos porque un susodicho “peatón” intenta ganarme al cruzar la calle y se abalanza sobre la pista faltando pocos metros para que yo llegue a donde esta él/ella? La mera física me dice que el peatón a 1 m/seg. no le va a ganar a mi carro a 16.67 m/seg. en un tramo de pocos metros. Gracias a Dios o a quien sea por la fricción, las buenas llantas, y unos frenos recién afinados.

Regresando a la oficina me encuentro con que han llamado como locos para reclamar cotizaciones y facturas que ya había enviado. Al revisar el asunto, me encuentro con que el servidor de correo había desactivado la cuenta y por eso no había entregado los correo que había enviado la noche anterior. Llamar para que me expliquen porque está desactivada la cuenta. Esperar la contestación por la bendita burocracia. Aceptar sus disculpas, porque se habían equivocado de cuenta y habían desactivado la que no era. Bueno. Suele pasar me dije. Abro la cuenta de correo y del 32% de capacidad que tenía. Me encuentro que el buzón no solo esta lleno, pero no al 100% sino al 175%. ¿Cómo? Por qué estúpida razón estaba lleno de spam, pornografía “gratis” y “Alexis y Johana, te gustaria retosar entre nosotras?” (nótese que retozar está mal escrito). A borrar se ha dicho. Y a enviar de nuevo los correos.

Las benditas facturas. La maldita impresora que decidió no imprimir la última línea donde se menciona el IGV y el total. 15 facturas que anular y volver a hacer. Y por supuesto, ir a recoger las equivocadas y entregar las nuevas.

Después de almorzar voy, me dije. Total, ellos también tienen que almorzar, ¿no?. Al menos el almuerzo fue tranquilo, con la familia y viendo los golazos del fútbol italiano.

Voy a recoger y entregar las facturas. Sin novedad en ese aspecto. Y terminé rapido al menos. Así que decidí darme una vueltita por ahí y darme un respiro. Crazo error. Por supuesto, debí haberme dado cuenta que dada la retahíla de eventos hasta el momento, la cosa no iba a mejorar.

Y me fui a verla. Conversar un rato, llevarle su regalo que le debía y pasar el resto de la tarde de un día de miércoles en Jueves. Y estaba él. Bah. En la puerta de la casa de ella y yo paso con mi carro. No me vio y no me importa la verdad. Pero yo sí la vi. Y estaba feliz, riéndose como loca, y feliz. Y la cosa es que me encanta verla feliz. Incluso con él. Bah.

Escribir esto es lo último que pienso hacer en este día. Y Gastón, tienes razón. Escribir en tu propio blog es una catarsis, al fin y al cabo. En estos momentos me espera una sesión de Tekken, porque si no le pego a algo, aunque sea virtual, voy a reventar.

Chau y gracias por su paciencia.

junio 07, 2005

Are you scared? I’m scared… not.

Ya me estoy cansando, ah. Entiendo que estés aburrido y que no encuentres nada mejor que hacer pero suficiente es suficiente ¿no te parece? Eso de despertarme cuando he agarrado un rico sueño no se lo perdono a nadie, ah. Bueno, tal vez a mi madre, que alguna buena razón tendrá para despertarme tan entrada la noche. Pero tú, ¿qué excusa tienes tú, a ver? Y no me salgas con que estas solito y la vaina y que tu perro se fue a pasear por allí, porque hace rato que lo sentí echarse en mi cama antes que tú vinieras a despertarme. ¿ah, qué lo venias a buscar? Ya. Te comprendo. Pero horita ¡LARGO! Que tengo sueño.

Supongo se estarán preguntando de qué diablos estoy hablando. Tal vez alguno de ustedes lo sepan ya, ya que alguna vez se los he comentado. Pero para los que están in albis, o sea, perdidos, les contaré. Pero apaguen las luces y bajen el sonido de su radio, winamp, o lo que estén escuchando, digo, para hacer clima.

Mi familia tiene una extraña relación con los fantasmas. Mi abuela, mi madre, mis tíos y tías, mi hermana y finalmente, yo. Los vemos. Los escuchamos. Y por lo que he hablado con varias personas, al parecer lo hacemos en mayor medida que el resto.

Mi abuela materna me cuenta que cuando mi tío tenia 3 meses de nacido lo dejó dormido en su cuna después de darle de comer. Fue a la cocina y vio pasar de la sala al cuarto de ella, donde dormía mi tío, una persona, alta, con traje antiguo, de 1900, una muchacha joven. Sorprendida de que alguien se hubiera metido a su casa, fue corriendo donde mi tío y no lo encontró en su cunita. Asustada lo buscó y lo encontró durmiendo en su cama, la cama de mi abuela, cubierto por las sabanas, dormidito y tranquilo, incluso sonriendo. Un tiempo después mi abuela se enteró que en la casa en que vivía había fallecido una joven dando a luz, y su hijo había nacido muerto por complicaciones. Y según me contó mi abuela, al parecer esta joven se convenció que mi tío era su hijo, porque hasta ahora lo cuida. Esperen un poco más y les daré pruebas de ello.

Mi primo, cuando era pequeño, no quería dormir, no quería comer, pero sobre todo, no quería entrar en su cuarto. Mas aún, cuando caminaba, lo hacía pegado a la paredes, para no darle la espalda a nadie. Mi tío, el comentado líneas arriba, le preguntaba constantemente que lo asustaba, hasta que mi primo cedió y le contó. Alguien le hablaba, lo fastidiaba, lo agarraba de los hombros, no lo dejaba en paz. Mi tío, que es bastante creyente y cristiano, y cuando joven fue ungido Caballero de Cristo, la unción que se le da a quienes van a ser sacerdotes, aunque por distintas razones que no vienen al caso no logró ordenarse, le dijo que no se preocupara y que se fuera a dormir. Luego de un largo rato mi primo se durmió al fin. Pero su sueño era intranquilo. Mi tío empezó algo que hasta ahora no he comprendido, pero que a todas luces tiene la forma de un exorcismo, pero a lo criollo vamos a decirle. Los detalles son largos para escribirlos aquí, pero como me contaron mi tía y su esposo, los papás, cuando mi tío estaba allí dentro en el cuarto, sintieron que la casa se ponía helada y lo que más los asustó fue escuchar un grito de mujer, una mujer asustada y luego un grito, pero de aliento, con el nombre de mi tío entre las palabras pronunciadas. ¿Resultado? Lo primero que hizo mi primo cuando despertó fue atacar la olla de arroz con pollo y devorar casi la mitad. Luego durmió como un lirón. Y hasta ahora dice que nunca más lo han molestado. Mi tío me contó lo que había pasado allí dentro, en confidencia, cuando le conté mi historia.

Mi madre tiene varias historias con fantasmas. Pero la que más recuerdo es la que pasó hace unos años en mi casa, cuando mi hermana menor tenía 12 años. Mi hermana se había enfermado y en la madrugada, entre la 1 y las 2 de la mañana mi madre se levantó para verla, pues tenía cólicos. Luego de darle su medicina se quedó con ella, esperando que se durmiera. Cuando mi hermana se durmió al fin mi madre se levantó para irse a su cama cuando sintió pasos, apagados, pequeños y se volteó para ver subir por la escalera una manada de niños y niñas. Mi madre los miró extrañada, pensando que si estaba dormida o si era verdad lo que veía. Los niños empezaron a correr y a jugar por todo el piso, entrando y saliendo de los cuartos, saltando encima del sofá y los muebles, corriendo alrededor de mi madre, jugando y riendo, pero sin hacer ruido, sin mover nada, sin despertar a nadie. “¿Qué hacen hijos?” les preguntó mi madre. ¡Les preguntó! Y una niña le respondió “nada, solo jugamos”. “¿No creen que es hora de irse a dormir?” Todos los niños se quedaron quietos. Se sonrieron y se despidieron de mi madre. “Chau señora, gracias” le decían mientras bajaban la escalera. “Chau hijos, cuídense”. Mi madre se acostó y rezó por los niños. Me dijo, cuando me contó al día siguiente lo que había pasado, que a veces hay almas que pasean durante la noche y hay que tratarlas bien, pues necesitan ese cariño que tal vez no recibieron en vida.

Mi historia y la de mi hermana es mas bien aburrida. Lo más resaltante es tal vez que hemos tenido una suerte bárbara con las casas donde hemos vivido. En la primera casa donde vivimos, un joven se suicidó de un balazo. Mi hermana y yo a veces lo veíamos caminar por la sala, alto como era él, con un sombrero de ala ancha, del tipo chalán, tal vez porque el muchacho era trujillano. En nuestra actual casa, un joven sub-oficial de la Marina se ahorcó en la escalera, por una decepción amorosa. Su perro lo acompañó al poco tiempo, porque se murió de la pena. Este joven, que se llamaba Martín, como yo, tenía un carácter juguetón y le encanta jorobar la paciencia. Y se la ha agarrado con su tocayo. Mi hermana y yo lo vemos pasearse por la casa, hora en la sala, hora en el comedor, hora en el patio, acompañado por su perro, un labrador inglés. Pero como dije, se la agarrado conmigo, sobre todo cuando estoy solo en la casa. Si estoy viendo televisión, me la apaga. Dirán que es una falla eléctrica, que he dejado puesto el “timer” del televisor, pero explíquenme entonces por qué no se apagan las luces, porque solo se apaga el televisor y no el DVD o el VHS, o la computadora si estoy bajando algo. Y si no es eso, se dedica a mover las sillas del comedor o las copas de cristal de mi madre en el aparador. Y no puedo dejar de mencionar, por supuesto, la manía de su perro de echarse a dormir encima mío cuando estoy acostado en mi cama, o su manía de él de zarandearme el hombro cuando estoy dormido. Y encima tengo que decirle que deje de hacerlo de buenas maneras, por que si lo mando a la mismísima, peor es.

Pero no tenemos miedo. No nos asustamos. ¿Y tú?

junio 06, 2005

Musical Baton

¡La Tortuga me ha impuesto esto! Habrá que responder:

Volumen total de música en tu computadora:
8.31 GB en la computadora y 2.1 Gb en cd´s... y ahora que lo pienso, que tal pirata que soy.

El último CD que compré:
"Inka Terra Cafe" de Micky Gonzáles

Canción reproduciéndose en este momento:
"Sera" de Jeo, Qu-cheon. Album : "Beyond Heaven" (sí Tortu, la canción de la animación de Hot Fish)

Las canciones que más escucho y que significan mucho para mí:
"Nessum Dorma" (por varios interpretes, incluyendo Pavarotti y Vanessa Mae), una de las pocas canciones que me arrancan lágrimas cuando la escucho.
"Lady in Red" (Chris DeBurgh)
"I wanna love you" (Bob Marley)
"Kokomo" (Beach Boys)
"A little respect" (Erasure)
"Somewhere over the rainbow" (prefiriendo sobre otras, la versión de Israel Kamakawiwo`ole)

Update: Para los que quieran la versión de Israel Kamakawiwo`ole, la he subido a Rapidshare:

Somewhere Over The Rainbow

junio 03, 2005

Lisa, Min Mei y tardes juveniles.

Comentaba el otro día con Gastón sobre su atracón de Robotech vía los DVD´s que se ha comprado y surgió la vieja cuestión del famoso triangulo amoroso de la serie: Min Mei Ling-Rick Hunter-Lisa Hayes, y todo el bolondrón cual novela mexicana que se dio a raíz del triangulo, todo eso sazonado, eso sí, con una buena historia de lucha por la supervivencia, naves bien bacanes, pilotos recontra pendejos y maestros (¡Por qué te tuviste que morir Roy!!), un capitán que era la leche de bueno, unos extraterrestres que la rompían en la batalla y una nave-fortaleza-ciudad que la primera vez que se transformó me hizo saltar de mi sillón de la emoción.

Y la gracia de los recreos en el colegio era ponerse a discutir ¿por qué diantres Rick debería fijarse en Lisa cuando tenía al cuerazo de Min Mei al costado? ¿Por qué la viejuja, cuando podía tener a la ricotona jovencita? Otra duda existencial del momento era adivinar por qué michi los Sentraedi se ponían lelos (un adjetivo muy suave para describir su estado, cojudos los describe mejor) cuando escuchaban a Min Mei cantar una de las 7 u 8 canciones que tenia la serie, en inglés por supuesto, y nosotros sin entender ni jota, tal vez debido a que mi nota de inglés en el colegio rozaba el 11-12 por esos tiempos.

Y Lisa, pobre, sufrida Lisa. ¿Qué no te das cuenta que no la haces? ¿Qué llevas las de perder? ¿Qué no le vas a ganar a Min Mei ni de vainas? Por esos tiempos nos caía quaker Lisa.

Pero ¡oh sorpresa! ¿A quién escogió Rick? A Lisa. Y nosotros requintábamos. Nos llegó esa decisión en ese momento. Rick, eres un mamerto, con todas sus letras.

La pubertad, las hormonas y ciertas ideas que uno puede tener en ese momento de la juventud, nos llevó a todos a pensar que Rick era, en efecto, un mamerto. Pero uno no envejece en vano, no señor. Y por un momento, asumiré que envejecer es sinónimo de madurez.

Gastón y yo llegamos, ahora, en nuestra base 2 (ya casi base 3), a la conclusión que Min Mei no era otra cosa que una calienta vohues, una niñita que bufaba y al toque se aparecía su idiota de turno, haya sido Rick o el primo de Min Mei, que no por las puras ostenta el titulo de idiota de turno. Y Lisa. Pobre sufrida Lisa, era esa chica que te ofrecía el amor y cariño sincero. La pobre chica que te mira de lejos, que te quiere, que incluso te lo dice, pero tu, idiota hormonal de esa lejana época llamada juventud, no le haces caso. Y así fue, pues.

Rick nos dejó una ultima lección en el último capítulo de la serie. Pero de taquito, para que la entienda el que quiera entender: ¡Madura zonzonazo!