julio 20, 2005

Días Grises

Estoy tirado en mi patio, después de perder una competencia de lucha libre con mi perra Dana, vía su técnica de meter un caderazo detrás de las rodillas y estoy aquí, mirando el cielo panza de burro, como suele decir mi padre, el cielo gris de Lima y dejo mi mente vagar, mientras Dana celebra su victoria lamiéndome la cara.

Pienso en los amigos, en la familia, en la chica que me gusta, en mi vida, en las decisiones tomadas, en las dejadas para después. Pienso en el amor, pienso en las parejas que son, las que fueron, las que serán, las que no lo serán nunca. En el “y si hubiera...” y “si le dijera que...” Pienso en meterme a un gimnasio, pienso en no hacerlo por lo vago que soy, en dejar de comer, y en echarle la culpa de mi peso a mi madre porque cocina muy rico y es delito decirle no.

Pienso en la cuasi-chamba que tengo, en la gente que sí tiene una chamba en serio, en los que no, en los que luchan todos los días y en los que la chamba les vino vía tarjeta.

Pienso en este país de M, no mío, sino de la otra M, la que va con erda y una i antes, y en lo injusto, grande, corrupto, hermoso y feo que puede llegar a ser. Y luego derivan mis pensamientos a la humanidad y a lo jodida y grande que puede llegar a ser también.

Y hubiera seguido pensando si Dana no hubiera descubierto mi Sublime en el bolsillo de mis jeans y Marilyn no hubiera decidido usar mi panza de almohada para dormir.

¿Qué espera el sol para aparecer por estos días y llevarse los días grises? Mira tu, parece que me escucho porque por allí veo unos rayitos en el cielo.

julio 15, 2005

Incidencias de una Amistad de 20 años


A - ¿Cómo me veo?
B - Pintón
A - Ya. Gracias.
B - Que bueno que seamos patas, porque eso sonó muy gay.
A - Sí, ah.
A y B - jajajajajaja

D - Hola.
B - Hola manito, ¿qué haciendo por acá?
D - Aquí pues.
B - ¿Te vas de viaje?
D - No. Me botaron de mi casa.
B - ¿Ah?
D - Sí, me botaron.
B - ¿Qué? Bueno, pasa y hablemos.
D - Gracias.
B - Voy a hablar con mis papás para que te quedes acá.

A y B - ¿Vamos a la feria?
D – Ya, cañon.
C - Yo no voy
A - ¿Ah?
B - ¿Por qué?
C – No tengo plata para la entrada (Nota : Épocas escolares, o sea, remisios)
D – Vamos oye.
C – No tengo.
B – Yo te presto.
C – Pero no tengo para pagarte.
B – Pero me pagas durante el año, 10 céntimos todos los días.
C - ¿Seguro?
B – Seguro.
D – Vamos pues.

Estos son algunos de los hechos acontecidos en diversos etapas de esos 20 años. Hay más, por supuesto. Y Habrá más también. Doy Gracias por eso.
¿Los participantes? Los Comunes, quién más.

julio 01, 2005

¿Problemas = Víctima?

Detesto a las personas cuya carta de presentación es: “Hola, soy una víctima, he sufrido mucho, mucho y necesito tu cariño y afecto”. ¡Por favor!

No crean que soy inconsciente, ni un cubo de hielo, pero la verdad es que todos hemos tenido problemas en mayor y/o menor medida, problemas grandes y chicos y todos hemos sufrido una pena o una decepción o un dolor o qué se yo. El punto es que ir por la vida buscando la conmiseración de la gente es lo peor que uno podría hacer y detesto a la gente así. Justamente hace un tiempo atrás conocí a alguien así. Esta persona era simpática y alegre, o al menos eso aparentaba. Porque después empezó con su cantaleta: “Mi padre me odia, mi madre nunca me quiso ni me dio cariño, he sufrido mucho, mi enamorado me dejó, la gente en la calle me repudia, mi jefe me quiere botar, he sufrido mucho” y demás perlas. Algunas graves, eso sí, pero por respeto a esta persona no las voy a repetir aquí. Incluso me he enterado que ahora anda por ahí, con el mismo plan, con uno de mis amigos, buscando conmoverlo con sus problemas.

No crean que tengo un carbón por corazón, por favor. Es obvio que cuando alguien te cuenta sus problemas, por amistad o lo que fuere, uno presta su oído y escucha y en la medida de lo posible, da su opinión o su consejo y su apoyo. Pero cuando la otra persona solo busca eso de ti, busca solo usar tu sensibilidad, entonces es cuando esa persona se vuelve detestable.

Los problemas son parte de ser humano, de estar vivo. Tengo amigos que me han ayudado mucho, mucho cuando he tenido problemas serios, que a veces parecían irresolubles, amigos que me han dado su apoyo y cariño incondicional incluso cuando YO no lo quería y solo quería estar solo y hundirme en la espiral que es la desesperación. A ellos, Los Comunes, les digo gracias y sobre todo al Humanista.

Mi punto es que uno debe lidiar con sus problemas, buscar ayuda y consejo, pero no convertir estos problemas en el único aspecto de tu vida que puedes presentar al mundo, buscando solo la lástima de la gente porque crees que no podrás obtener más.