enero 14, 2007

Piña pero al revés, una vez más, en una noche muy bella.

Tengo una suerte loca en lo que se refiere a asistir a un espectáculo. Por alguna extraña razón se confabulan en mi contra cuanto dios existe por allí para malograrme la velada. Claro que por ahí debe haber un dios (o diosa prefiero creer) al que le caigo bien y hace algo por salvar el día resultando en algo completamente distinto pero bello. Me explico.

Hace algunos años cuando Pataclaun se presentaba con "Pataclaun en…rollado" y yo estaba en secundaria, o sea misio a más no poder, junté mis chibilines y centavillos y junto con mi pata Piotr compramos entradas para el show, en un teatro que estaba en Larco. El show estaba excelente, cada bloque era muy bueno y Piotr y yo nos destornillábamos de risa en nuestros asientos. Y entonces y sin previo aviso como suele suceder, se fue la luz. O sea, nos quedamos sin corriente eléctrica. Se cerró el telón y la desazón de la gente se sentía en el aire y ya muchos nos estábamos preguntando si nos devolverían las entradas o como haríamos. Algunos nos quedamos sentados con esa pequeña esperanza que la luz regresaría pero bueno, no iba a ser así. 5 minutos después y ya con la resignación a cuestas nos levantábamos de nuestros asientos cuanto el telón se abrió otra vez. Y todos los integrantes de Pataclaun de aquella vez salieron al escenario e hicieron algo que no habían hecho para nadie. Actuaron a oscuras entre velas y linternas, una total improvisación, exclusiva para quienes estuvimos allí. Duró al menos unos 45 minutos hasta que regresó la luz y volvieron a sus sketchs programados. Pero esos 45 minutos extras se convirtieron en entrañables para mi.

Me ha pasado varias veces y ayer me volvió a pasar. Betsabe, su amiga Erica y yo fuimos al Stachmo a escuchar "Silvio a la Carta", grupo que canta las canciones de Silvio Rodríguez. Era a las 8 y ya estábamos dentro del local. Empezó el show con una canción muy buena y el ambiente se estaba poniendo bueno después de "Preludio de Girón". Empezaba la quinta canción y zas, se fue la luz. Y mientras la gente se preguntaba si volvería la luz o no, los integrantes de "Silvio a la Carta" hicieron, según ellos mismos dijeron, algo que nunca habían hecho en 10 años de presentaciones: cantaron para nosotros a capella, con guitarras, flauta, y percusión, lo que convirtió la velada en algo realmente personal e íntimo. Escuchar todas esas canciones por 2 horas, a plena voz sin micrófonos ni amplificadores, al lado de esa persona tan especial para mí, acurrucados en la oscuridad, canciones que hablaban de valentía y amor, de fuerza y esperanza, fue lo máximo.

La corriente eléctrica regresó 10 minutos antes que terminara el show. Las últimas 3 canciones fueron con micro, amplificadores y demás, igualmente llenas de buena vibra y energía. El show terminó, no hubo tiempo para el encore porque ya debía empezar el siguiente espectáculo. Y nos fuimos nomás. Yo con corazón lleno de amor y canción y tarareando cada canción que recordaba: "Sólo para verle, sólo para amarle, sólo para serle, solo y no olvidarle…"

Ahora, perdónenme que los deje solos, tengo que ir a bajar algunas canciones y comprar algunos cd´s.

Ando como hormiguita por tu espalda
ando por la quebrada dulce de la seda
vengo de las alturas de tus nalgas
hacia el oro que se derrama y se me enreda.

8 comentarios:

El Rojo dijo...

Realmente eres un chico con suerte...

Lady Bathsheba dijo...

que bueno que le gustó!!! yo temía que la trova le disgustara pero que bueno que no fue así :)
y yo ando repitiendo partes de todas las canciones creando mi propio remix xD

Tortuga Maldita dijo...

La trova es hermosa,tiene letras bellas y muy bien elaboradas. Despues del Gran Silvio y of course Sabina, le recomiendo a Joan Manuel Serrat y una preciosa camcion: Lucia. He aqui la letra:


Lucía (Joan Manuel Serrat)

Vuela esta canción
para tí Lucia
la más bella historia de amor
que tuve y tendré.

Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintada en mi voz
a ninguna parte
a ningún buzón.

No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido
nada más amado
que lo que perdí.
Perdoname si
hoy busco en la arena
ésa luna llena
que arañaba el mar...

Si alguna vez fui un ave de paso,
lo olvide para anidar alli en tus brazos.
si alguna vez fui bello y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.

Si alguna vez fui sabio en amores,
lo aprendí de tus labios cantores.
si alguna vez amé,
si algun día después de Amar,Amé,
fue por tu amor,
Lucia, Lucía.

Tus recuerdos son
cada día mas dulces,
el olvido solo se llevó la mitad,
y tu sombra aun se mete en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada y mi soledad.

M. dijo...

Si Rojo amigo, soy un chico con suerte.

Bueno, la trova siempre me ha gustado, en mi casa siempre la escuchan, pero no me había tomado el tiempo de buscar autores y demás. Gracias por hacerme conocer algo más querida, otro pedacito de esos que alimentan el alma.

La dualidad de las cosas es algo interesante también Peregrino.

Y querid@ joven, como no voy a conocer a Sabina, con todos los discos que me ha prestado Gastón. :) Y ni hablemos de Serrat que mi madre ya me tiene aburrido desde que descubrió los discos piratas :p

Tortuga Maldita dijo...

Ah si? pues señor M le paso el nombre de un buen cantante. Ismael Serrano. Busquelo, sobre todo la cancion "Ultimamente" es uno de mis iconos.

Tortuga Maldita dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lady Bathsheba dijo...

M... es más fácil escuchar el programa de Contacto Personal, de rato en rato pone trova y no solo oirá a los amencionados sino a muchos más, recuerde de donde obtuve la noticia del concierto ;)
Ya sabe, Radio San Borja y Contacto Personal con Leo Pro..en las nochecitas xD

Anónimo dijo...

Gracias por tan bonita crónica sobre nuestro concierto. Para nosotros fue un inicio desconcertante, no sabíamos si cortarla o seguir, pero creo que de eso se trata la trova. Pensábamos hacer 2 ó 3 temas desenchufados hasta que regrese la luz y al final nos quedamos como 2 horas así.. parecía una reunión íntima en la casa de cualquiera de nosotros. Fue muy hermoso darnos cuenta que el público estaba tan conectado, que un aparente y respetuoso silencio era en realidad muchos corazones latiendo a la vez y con la misma fuerza.