A veces las cosas más simples nos producen un placer indescriptible y otras veces no. Otras veces es la “sofisticación” de cómo nos “auto-engreímos” lo que produce ese placer. Y a veces, es una combinación de los dos.
En la noche estaba esperando que llegara alguien para tomar un lonche pero resultó que mis hermanos ya habían comido en la calle y mis padres se habían fugado a un restaurante y regresaron llenitos y felices. Y bueno, cada cual se fue a su cuarto y me dejaron solo para tomarme mi café. ¿Café? ¡JA! Yo esperando y nadie me llama. No pues, no es la voz y me desquite asaltando el refrigerador. En primer lugar, una botella de vino rose Magdalena de Queirolo, unos cuantos cabanossis y un pedazo de queso tacneño, esa fue mi cena. Después de empacharme y acabarme la botella subí a mi cuarto y me puse a escuchar el CD con la recopilación que me habían regalado Gastón y la Tortuga y después de darle como tres vueltas al CD me dedique de lleno a terminar los últimos 5 capítulos de Harry Potter y el Príncipe Mestizo. ¡Dios! ¡Dios!
Y eran como las 3 de la mañana. Y para irme a dormir música ochentera gracias a Oxigeno.
¿Qué sería de nosotros sin esos pequeños placeres?
En la noche estaba esperando que llegara alguien para tomar un lonche pero resultó que mis hermanos ya habían comido en la calle y mis padres se habían fugado a un restaurante y regresaron llenitos y felices. Y bueno, cada cual se fue a su cuarto y me dejaron solo para tomarme mi café. ¿Café? ¡JA! Yo esperando y nadie me llama. No pues, no es la voz y me desquite asaltando el refrigerador. En primer lugar, una botella de vino rose Magdalena de Queirolo, unos cuantos cabanossis y un pedazo de queso tacneño, esa fue mi cena. Después de empacharme y acabarme la botella subí a mi cuarto y me puse a escuchar el CD con la recopilación que me habían regalado Gastón y la Tortuga y después de darle como tres vueltas al CD me dedique de lleno a terminar los últimos 5 capítulos de Harry Potter y el Príncipe Mestizo. ¡Dios! ¡Dios!
Y eran como las 3 de la mañana. Y para irme a dormir música ochentera gracias a Oxigeno.
¿Qué sería de nosotros sin esos pequeños placeres?
4 comentarios:
Ah..placer, divina sensacion tio.
Bueno,TODO lo que me describes me parece buenazo. Sobre todo el vino..Chez hizo que se me caigan las babas, mas el cabanossi, mas el queso RECHEEEZ! 0.0!
En juin. Lo mio fue ahora mas encontron conmigo misma. Me quede hasta las 10pm en mi taller pintando como una loca.Empastando unos lienzos.
Muy bien acompañada de mi Cd favorito y la 100. Que?
El frio de mi taller?
Gracias al Te relax que me tome y el pancito con jamonada...
¿De que frio me hablan que yo ni lo sentí?
Buena M!
Eso! Engriase caracho.
La vida está llena de placeres chiquitos. Provecho con la fábrica de recuerdos de la que te estás proveyendo.
Salud y dos más. Pero sólo dos, maese.
que rico! yo tambien quiero...espero que abunde el vino en mi cumple...
siga con los engreimientos, yo cuando he podido -siempre ha sido a solas, ni modo- los he disfrutado al maximo..sobretodo comerme una cosita rica...yummy! ay! ya me dio ganas de un postrecito...justo hoy que se me antojo pie de limon..ches
Engreirse está bien, claro que con moderación, jejeje. Y bueno, saludos en su cumpleaños Miss (In)Fiel y que la pase bonito y gracias por la joroba :p
Publicar un comentario