abril 12, 2005

Lolita

Madurar es un proceso largo y algunas veces doloroso, tanto para hombres y para mujeres. Dejando de lado por un momento el trajinar que sigue un muchacho en su camino a la madurez (ya antes planteé mis ideas sobre lo que es madurar) y tratando de opinar objetivamente, supongo que una mujer sufre tanto o más que un hombre y que es esto lo que la hace tanto o más atractiva cuando es “adulta”. La mujer desarrolla sus armas (al igual que el hombre) para cada situación: trabajo, hogar, relaciones, y estas armas son la firmeza de carácter, la seriedad, la coquetería, la vanidad, flirteo y muchas más, cada una en la dosis adecuada para cada situación.

Pregunta : ¿Pero que pasa cuando estas armas están en manos de una chica de 12-14 años?
Respuesta : Nace Lolita.

Reconozco que la pregunta está mal planteada. Porque es cierto que existen chicas con suficiente madurez para sus años que juzgan correctamente sus actos. Pero cuando no es así, cuando hacen de la coquetería, el flirteo, el manejo de las emociones su pan de cada día, entonces es allí cuando realmente nace Lolita.

Conocí a Lolita en el banco, haciendo cola para pagar y muriéndome de calor. Era este un hombre que entro con sus dos hijas, la menor de 9-10 y la mayor de 12. Y era obvio a leguas que la muchacha en cuestión sabía lo que estaba haciendo. Su manera de andar, de sonreír, de sentarse. Pero esta chica, niña en fin, era y no era Lolita.

¿Y ahora eres experto en reconocer Lolitas, M.? Pues no, claro que no. Pero si alguno ha leído a Vladimir Nabonov y disfrutó la obra y vio el romance entre Humbert y Lolita, y más allá de alegatos religiosos y/o sociales, disfrutó de la mezcla entre amor y horror, entre lo horrible y lo bello, entonces comprenderá lo que quiero decir.

Esta chica era la nymphette, la nínfula, la primera parte de la personalidad de Lolita que Nabokov presenta en el libro. Y esta parte la que está y estuvo en constante descuerdo con la gente. Y esta niña se comportaba y actuaba como tal descripción. Es posible que incluso haya leído el libro y sacado ideas de allí.

Y al final, tal vez me equivoque. Tal vez esta niña solo estaba experimentando, aprendiendo a ser mujer, aprendiendo a madurar. Pero esta niña tiene dos caminos por delante: o se convierte en mujer con los años, o se convierte en Lolita totalmente.

Solo espero lo mejor para ella. Sea lo que sea.

4 comentarios:

Tortuga Maldita dijo...

Muchas de las viejas queremos aprender a ser Lolitas pues ésta sabiendo sin querer queriendo,nos da unas lecciones de maestra. Y si pues, tal vez la criatura experimentaba.A veces ese candor natural se confunde.Y otras...bueno, no es por hablar mal pero ya se utiliza para obtener una que otra co$a .Eso es cuando la maña esta completamente aprendida. Armas? Bastantes.Pero como las de una Lolita, ninguna. Believe me.

M. dijo...

No sé si creerte Tortuga. Otras cosas me han contado... jejeje :P

Gastón dijo...

El horror, el horror...
Si a Lolita la juntamos con los rambitos enchufados al Counter Strike, ya te imaginas lo que tenemos.
Ah, sin olvidar la variante, ahora compito con mi mamá para ver cuál es más sexi...

Tortuga Maldita dijo...

Que nivel Gastón que nivel!!! Lavate la boca antes de decir eso aaaggg !!!